¿Qué es San Blas?

San Blas es un barrio del Cusco famoso por sus tiendas de artesanías y calles pintorescas. En tiempos de los incas, allí se encontraban los principales palacios y templos incas. Durante la colonia, estas edificaciones fueron reemplazadas por iglesias cristianas y casas coloniales. Hace pocos años allí se establecieron los mejores artesanos de la ciudad, como las familias Olave, Mérida, Hilaria Mendivil y más. Hoy, este barrio es una suerte de ‘lugar bohemio’ donde se reúnen artistas, ‘mochileros’ y personas que buscan relajarse y conocer un poco más la ciudad.

¿Dónde está?

El barrio de San Blas se ubica a menos de 1 kilómetro de la plaza principal del Cusco. Se llega allí siguiendo una cuesta que atraviesa la calle Hatun Rumiyoc (caminata de solo 10 minutos, aproximadamente).

Mapa para llegar a San Blas

Historia

Durante la época inca, el conjunto de palacios y templos del barrio de San Blas tenía el nombre de T’oqokachi que quiere decir ‘Cueva de sal’. El lugar fue de la estima del inca pues desde allí se tenía una vista privilegiada de la ciudad. También porque, debido a su ubicación sobre una pendiente, el agua de manantial abundaba en aquel lugar. Es por ello que el emperador Pachacutec (1418 – 1471) mandó a construir allí un templo en honor al rayo (el templo de Illapa). Además, pidió que sus restos mortales fueran momificados y guardados en ese lugar.

Cuando los españoles llegaron a Cusco y sometieron a los incas (mediados del siglo XVI), se destruyeron los palacios y templos incas para imponer las iglesias cristianas y las casonas coloniales. El barrio pasó a llamarse ‘San Blas’ en honor al mártir cristiano Blas de Sebate (¿? – 316 d.c) ejecutado por el imperio romano. Entonces, el templo de ‘Illapa’ pasó a ser la ‘Iglesia de San Blas’. Sobre las bases del palacio de Sinchi Roca construyeron el palacio arzobispal (donde actualmente destaca la famosa ‘Piedra de los 12 ángulos’).

Durante la República del Perú, en el barrio de San Blas se asentaron los talleres de distintos artesanos diestros en la pintura, escultura, cerámica y más. Los años reservaron un prestigio a las familias de artesanos Mérida, Olave y Mendivil. Actualmente, este barrio es un lugar donde se reúnen turistas aventureros y ‘mochileros’ y donde es posible comprar artesanías en buena calidad. Es conocido como el ‘barrio bohemio de Cusco’, donde se puede visitar el ‘Templo de San Blas’, la ‘Piedra de los 12 ángulos’ y otros atractivos turísticos.

La piedra de los 12 ángulos

La piedra de los 12 ángulos forma parte de los sólidos muros del antiguo palacio del inca Sinchi Roca (hoy sobre sus muros está el Palacio Arzobispal y el Museo de Arte Religioso). Su popularidad se debe a su inmenso tamaño y forma pulida en doce ángulos que encajan perfectamente con las piedras aledañas. Se ubica en la calle Hatun Rumiyoc, que lleva directamente a la plaza San Blas. En Perú es considerado como Patrimonio Cultural de la Nación. Son muchos los turistas que llegan allí y se toman fotografías de forma gratuita.

La cuesta de San Blas

Esta cuesta es una calle famosa del Cusco, la cual conduce a la plazoleta e iglesia de San Blas. Es popular por su estreches y escalinatas de piedra, que se asemeja al estilo incaico. Se llega allí siguiendo en línea recta por la calle Hatun Rumiyoc. Por ambos lados de la calle abundan las tiendas artesanales, los restaurantes, cafés y hospedajes. Debido a su elevación en pendiente, para atravesar esta calle, se requiere avanzar en forma lenta. Es un lugar ideal para tomar buenas fotografías de la ciudad.

Galería de la familia Hilario Mendivil

Hilario Mendívil Velasco (1927 – 1977) fue un artesano cusqueño reconocido por la confección de santos y vírgenes con cuello alargado. Su taller galería y museo se ubica justo en la plaza de San Blas. Allí el turista podrá apreciar una muestra con sus obras así como cuadros de la historia de esta familia consagrada a la artesanía. Por su obra de imaginería recibió el Premio Cultural de la Nación así como el Premio Nacional de Artesanía. Actualmente, sus hijos continúan con su legado.

Taller y galería de la familia Mérida

Edilberto Mérida Rodríguez (1927 – 2009) fue un destacado artista cusqueño reconocido escultor y tallador cuyas figuras grotescas (con manos y pies inmensos) recibieron varios premios nacionales e internacionales. Su taller y galería se ubica a unos pasos de la plazoleta de San Blas. Allí es posible apreciar algunas de sus obras, las cuales abarcan principalmente el tema religioso. Algunas de sus obras también están expuestas en el Congreso de la República del Perú. Actualmente su hija continúa con la tradición heredada por su familia.

Artesanías de la familia Olave

Antonio Olave (1928 – 2016) fue uno de los más importantes artesanos cusqueños del siglo XX. Algunas de sus obras más importantes son los llamados ‘Niños manuelitos’, los cuales son representaciones cerámicas del niño Jesús cuyos rostros tiernos adornan los nacimientos de las familias cusqueñas. Su taller y museo está cerca de la plazoleta de San Blas. Allí también es posible ver su obra más representativa: ‘El niño de la espina’, el cual también está hecho con ojos de cristal, peladar de espejo, dientes de pluma de cóndor, cabellos naturales, lágrimas de vidrio y más detalles.

La plazoleta de San Blas

El centro principal del barrio de San Blas es su plazoleta, la cual fue fabricada durante la colonia sobre las ruinas del ‘Arrayan-pata’, la cual delimitaba la antigua ciudad incaica. A un lado se encuentra la iglesia. A otro, está lleno de tiendas de artesanías donde destacan los talleres de la familia Olave, Mérida e Hilario Mendívil. En frente, se halla la ‘paqcha’ o pileta de agua. En esta plazoleta se reúnen turistas, ciudadanos cusqueños y, sobre todo, visitantes ‘mochileros’ de distintas nacionalidades.

La iglesia de San Blas

La iglesia de San Blas es famoso por ser el primer templo católico construido en la ciudad inca del Cusco. Fue edificada sobre las ruinas del templo inca dedicado al rayo, el ‘Templo de Illapa’ (el dios del trueno). A diferencia de otras iglesias de la ciudad, esta es sencilla, hecho de adobe y reforzado con piedra, luego del terremoto de 1650. Su mayor atracción es su púlpito, el cual está tallado en cedro de gran calidad. La iglesia también presenta lienzos de la famosa ‘Escuela cusqueña’. Se trata de uno de los templos con más historia de la ciudad.

San Blas en imágenes

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Información interesante

En el ámbito turístico, el barrio de San Blas es conocido como ‘El balcón de Cusco’, debido a su localización en lo alto del centro de la ciudad. Desde allí se tiene una vista privilegiada de la antigua capital incaica.

No son muchos los tours que incluyen un recorrido por este barrio. Una opción es contratar un guía privado y sugerirle recorrer San Blas. Sin embargo, la manera como más visitantes conocen sus calles es caminando por propia cuenta.

Según algunas crónicas, la momia del famoso emperador Pachacutec estuvo enterrada en el templo de San Blas. Luego se presume que fue llevada a la ciudad de Lima y permanece enterrada debajo del hospital de San Andrés. Sin embargo, otros investigadores sugieren que la momia del más grande emperador inca estaría oculta en Machu Picchu.

Consejos para tu visita

San Blas no solo son calles estrechas donde hallar artesanías famosas. Allí también existen restaurantes y hoteles de gran prestigio. Por ejemplo, el ‘Restaurant Pachapapa’, el ‘Chakruna Native Burgers’, el ‘Granja Heidi’ o el ‘Green Point Restaurants’. Los hospedajes más famosos del lugar son: el ‘Hotel Ruinas’, el ‘Casa San Blas Hotel Boutique’, la ‘Antigua Casona San Blas’ y otros más.

El barrio de San Blas posee un clima similar al de la ciudad del Cusco, con días soleados (con temperaturas máximas de 23ºC.) y noches frías (con temperaturas mínimas de 4ºC.). Si va por las mañanas, lleva solo una casaca así como sombrero, bloqueador solar y calzado cómodo. Por las noches, no olvide llevar consigo una chompa, unos guantes o una chalina.

El mal de altura es un padecimiento natural cuando se visita Cusco. Esto se debe a la geografía montañosa donde es bajo el nivel de oxígeno. No se preocupe que los síntomas (generalmente fatiga y náuseas) suelen desaparecer por sí solos a los pocos días de adaptación a la ciudad. Una buena alternativa para reducir los síntomas es beber el ‘mate de coca’ (infusión hecha de hoja de coca, la planta sagrada de los incas).