Señor de los milagros o Señor de Pachacamilla: culto y tradición en Lima
El señor de los milagros es una de las festividades religiosas más importantes del Perú. Desde hace más de 350 años, sigue sumando gran cantidad de fieles y ya no solamente en Lima sino en varias regiones de Perú. Esta celebración se realiza en el mes de octubre y es común ver a personas vestidas con prendas moradas en honor y devoción al Señor de los Milagros. Conozcamos más de la historia y costumbres que perduraron hasta la actualidad.
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Historia del Señor de los Milagros
El Señor de los Milagros también es conocido como el Señor de Pachacamilla. Esto es muy importante para conocer más de su historia. Pachacamilla fue un barrio de la antigua Lima, según algunos estudios, los pobladores originarios, fueron reubicados en Pachacamilla. Lugar que más adelante recibirá la denominación de barrio y ya en la actualidad se ubica en el Centro Histórico de Lima específicamente entre la avenida Tacna y la avenida Emancipación. Sobre este lugar se construyó el Santuario y Monasterio de Las Nazarenas, dentro de estas instalaciones se puede encontrar el templo donde se guarda la imagen del Señor de los Milagros. Conozcamos más:
Aparece la imagen de Cristo crucificado
Lima fue fundada en el año 1 535 y como mencionamos, los pobladores originales fueron reubicados en Pachacamilla. Con el pasar del tiempo este lugar se convirtió en un lugar para marginados sociales. Después de más de cien años, luego de un fuerte terremoto en 1655 el 13 de noviembre, muchas viviendas se derrumbaron y solamente un muro se mantuvo en pie. Este muro, contaba con la figura de cristo crucificado. En la parte superior, en ambos lados de la figura se encuentra el sol y la luna. Así, se entendió que dicho suceso era un milagro.
Desde ese momento se generó un fuerte impacto en el imaginario religioso. Entonces como una forma de desmitificar esta historia se lanzaron hipótesis sobre el origen de la pintura. Se manejan tres posibilidades, la primera de ellas es que coincide con la llegada de una cofradía de Angola. Probablemente en este grupo de personas se encontraría al artista que decidió pintar el muro de un galpón como una forma de continuar con la evangelización o tal vez dar un poco de esperanza a estas personas.
La otra versión la realiza María Rostworowski, ella sigue algunos registros encontrados por Vargas Ugarte, donde se menciona que en el año 1651 la imagen ya estaría plasmada en la pared en uno de los muros y que el artífice del mural sería un poblador de Pachacamac. A esto agrega Rostworowski, que los primeros pobladores de Pachacamac, pintaron a uno de sus ídolos con anterioridad y ya se hizo la pinta de Cristo crucificado más adelante durante la época de la colonia, como una forma de ocultar la figura principal. Mientras que otros pobladores y creyentes hacen referencia que la imagen de la que tanto se especula, fue dibujada por obra y gracia de la divinidad.
Fe que trascendió hasta la actualidad
La aparición de la figura de cristo en la cruz, levantó cierta zozobra en toda la población. Pero por los destrozos y la inseguridad del terreno, toda la población tuvo que alojarse en otros lugares. Este territorio quedó prácticamente abandonado, pero con el tiempo sería un lugar especial y que colmaría a Lima de milagros y poco a poco pasó a estar en control de la iglesia católica. Durante todo este proceso se narran nuevos milagros que perduraron hasta la actualidad, fraguando la fe y devoción en el Señor de Pachacamilla.
El primer milagro que se cuenta es que Andrés de León, sintió la necesidad de cuidar la figura. Cada tarde acudía al lugar y procuraba cuidarlo de las lluvias de Lima. Se dice que este cristiano, padecía de una enfermedad en la piel que además era contagiosa y no encontraba la forma de curarla. Tras los cuidados que realizó, su salud mejoró notablemente. La noticia de este suceso generó que más fieles se dediquen al cuidado de la imagen.
Pasaron algunos años y el Virrey Conde de Lemos, al no comprender porque la gente adoraba una extraña figura en Pachacamilla, ordenó una investigación. Aquí fue enviado en primera instancia un párroco, quién manifestó que se realizaban adoratorios de manera inadecuada. Tras este informe, el virrey ordenó que la borrasen. La segunda comitiva salió acompañada de soldados. Al momento en que intentaron si quiera tocar la imagen ocurrió un temblor, tras lo diferentes intentos, se dice que el cielo se puso gris y comenzó una fuerte lluvia. La comitiva tuvo mucho miedo y comprendió que esta fue la señal y entendieron que Dios no quería que la imagen se borré.
La imagen se hace popular y aparece la primera capilla
Al enterarse de la noticia, el virrey fue personalmente a verificar la imagen de la que tanto se hablaba. Al percatarse de la belleza de la imagen y de comprobar el asombro de la gente que presenció los milagros, ordenó que se la cuide y construya una capilla en dicho lugar. Pese a su avanzada edad el Virrey Conde de Lemos iba a visitar la figura, siendo una importante publicidad ya que las élites limeñas se sumaron a la devoción. Este virrey, solicitó los servicios del pintor José de la Parra, quien añadió la figura de Dios en la parte de superior, sobre el sol y la luna. Se cuenta, que poco a poco y de forma milagrosa, apareció la imagen de la Virgen María y María Magdalena que complementan todo el cuadro.
De esta forma se comienzan a celebrar misas de forma organizada y se ordena a completar la capilla para el cuidado del muro. Poco a poco el rumor se expandía trayendo a más creyentes. Más adelante Sebastián Antuaño, crea una réplica del mural y comienza a realizar las procesiones por las calles de Lima. En 1687 se registraron muchos temblores en la región limeña, lo que propicio que se creara la imagen sobre andas para que todos los fieles puedan seguirla, más allá de los muros limitados de la capilla.
Protector y custodia de Lima
De esta forma Sebastián Antuaño se convertía en un pilar de la fe y la devoción al Señor de Pachacamilla. Unos años más tarde aparecería La Madre Antonia, quien cumple un rol importante al conseguir los fondos y donaciones para fundar el Instituto Nazareno de beatas en Monserrate. A ella se le atribuye el uso del hábito morado, típico de Ecuador, su lugar de procedencia. Ella vestía de morado como un acto de protesta, al que luego le dieron la razón y se atribuyó este color como característico para la devoción.
El camino de estas dos personas se uniría, tras la ordenanza del Consejo de Indias que ordenó la destrucción del beaterio de la Madre Antonia, Sebastián Antuaño al enterarse, reubica a todas las hermanas de la Madre Antonia y las acoge en Pachacamilla. Más adelante, hace la donación de las tierras para la construcción de un nuevo monasterio en 1730 con la autorización del Papa Benedicto XIII y del rey Felipe V. Desde este momento se institucionaliza la fe al escoger al Señor de Pachacamilla ahora conocido como Señor de los Milagros como protector y custodia de Lima. De esta forma, se hace más popular y más fieles se van sumando como el caso del virrey Amat quien construye la iglesia en honor del protector de Lima.
En 1715, se le nombra como como “Guarda y Custodia de esta ciudad”, Siendo declarado como patrono jurado de la Ciudad de los Reyes Lima. Esta decisión se apresuró por el clamor de la gente que vieron y escucharon todos los milagros atribuidos a la figura del Señor de los Milagros.
Comienza a celebrarse el mes de los milagros hasta la actualidad
En la actualidad, todo Lima se viste de morado y espera la primera semana del mes de octubre para iniciar con la celebración. Durante este mes, se realizan una serie de procesiones con la finalidad de que el Señor de los Milagros pueda recorrer gran parte de Lima. Al ser considerado como protector de Lima, el también conocido Señor de Pachacamilla, fue ganando más adeptos, llegando incluso a reportarse algunas ceremonias y procesiones fuera del territorio peruano.
Se puede encontrar procesiones, no solamente en Lima, sino también en regiones aledañas como el caso de Arequipa. Como vimos, esta devoción, con el pasar del tiempo, se convirtió en una tradición que se transfirió de generación en generación. Es que lo milagros fueron y son detalle importante. Aunque mucho se le atribuye el sanar enfermedades, algunos le atribuyen como principal milagro la conversión de diferentes personas en fieles de su devoción.
Durante la procesión toda la población de Lima acude de forma multitudinaria desde el primer sábado de octubre, fecha en la que inicia la celebración del Señor de los Milagros. Durante la procesión se hacen visitas a iglesias y monasterios. Durante su transcurso recibe el homenaje de gran mayoría de las instituciones como los municipios y hasta del presidente de la República del Perú.
Costumbres que perduran de generación en generación
Al pasar más de 300 años de celebración, poco a poco se fue volviendo una tradición esta devoción que se involucró con representaciones artísticas y gastronómicas. Un ejemplo de este proceso las detallamos a continuación:
- El Turrón de doña Pepa: este postre fue elaborado por Josefa Marmanillo, conocida más adelante como doña Pepa. Se narra que, al curarse de una parálisis en uno de sus brazos, como agradecimiento cada mes de octubre comenzó a llevar los famosos turrones para los fieles, entregándolos de forma gratuita.
- La mazamorra morada: algunas personas narran que Doña Pepa acompañaba sus turrones con mazamorra caliente. De esta forma la mazamorra comenzó a formar parte de esta celebración. En algunos casos se le acompaña con arroz zambito.
- Picarones: Los picarones son masas de harina de trigo, zapallo y camote. Tras freírlos se la sirve bañándolas con chancaca diluida o jarabe de azúcar. Es común encontrar la venta de este platillo durante las procesiones de octubre.
- Alfombras de flores: se hacen con especial cuidado, muy cerca de los lugares donde descansará el Señor de los Milagros durante la procesión. Se realizan de forma voluntaria por organizaciones o grupos de personas. Las alfombras de flores se arman sobre el suelo y mantienen una belleza especial.
- Velas: También conocidos como cirios, estas velas tienen decoraciones y labrados artísticos y muy bellos. Durante la procesión los fieles llevan las velas en sus manos como acto de fe. Estos cirios son de diferentes tamaños y colores.
Por Machupicchu Terra – Ultima actualización, abril 3, 2023